
Esas largas horas de estudio para lograr una pequeña pieza musical que sonara armoniosa, estaban plasmadas de una concentración impetuosa.
Dicha concentración desde mi perspectiva es la fiel muestra de la motivación e interés que tiene cualquier niño o niña al tocar su instrumento musical. Doy gracias por haber tenido dicha oportunidad.
Anais...Anais...: ¿Y dónde quedó tu violín?...en qué quedaron esas largas horas de estudio?...
ResponderEliminarGracias por la imagen, la reflexión y contarme algo más de ti. (que tengo creo, registrado en alguna parte de mi memoria remota como hace 2 años?)
Cariños,
Luzma